martes, 25 de enero de 2011

Determinación, Izquierda y democracia

En estos días en los que todo el mundo al dictado del Gran Aznar I el Sabio (Ha fichado por 200.000. Є al año por la empresa que el mismo privatizo: ENDESA) cree que es necesario suprimir gastos superfluos del sistema autonómico. Que la descentralización autonómica, antes hito de nuestra joven democracia, de repente parece ser la culpable de la peor crisis del Capitalismo desde 1929. Que lejos quedan las conversaciones de Aznar con Puyol en catalán de andar por casa, o los tres sueldos de Dolores de Cospedal (llego a tener tres en 2009: Diputada autonómica; Senadora y Secretaria General del PP), si la chica está del PP que todos los días reclama austeridad delante de un micro. Todavía recuerdo un debate en Canal 9 entre Joan Lerma y el entonces líder de la oposición valenciana y ex Alcalde de Benidorm (gracias a una tránsfuga del PSOE – quien a hierro mata...) el flamante Delegado de Telefónica para Europa: Eduardo Zaplana (si alguien tiene curiosidad que revise en las hemerotecas el ERE que Zaplana aprobó a Telefónica en 2003 cuando era Ministro de Trabajo). En ese debate Zaplana acuso a Lerma de la gran cantidad de cargos de confianza que tenia su gobierno, tres años después siendo Zaplana Presidente de la Generalitat, ya había triplicado esta cifra. Podríamos seguir, pero lo que me interesaría es dejar claro uno de los aspectos que en plena crisis moral y ética, diferencia a la izquierda de la derecha: la coherencia del discurso. La derecha dice una cosa mientras hace exactamente lo contrario sin ruborizarse. La izquierda no se puede permitir ese lujo, no se puede criticar a la derecha por los apoltronamientos y hacer lo mismo, por eso fuerzas como IU-EU limitan los mandatos de sus cargos electos u orgánicos. Flaco papel harían a la izquierda aquellos que solo hayan cotizado en su vida como liberados o cargos públicos. Afortunada, aunque minoritariamente en IU-EU lo importante son la ideas, los programas, no mantener en la sopaboba a pseudoprofesionales de la política. Esto hace que merezca la pena Refundar un proyecto así y luchar por él, ya lo dijo Julio Anguita “no hay democracia sin determinación”. Pues eso a la faena.

Miguel Ángel Martín











viernes, 14 de enero de 2011

Welcome to the desert of the real

Bienvenido al desierto del mundo real, con estas mismas palabras que Morfeo dice a Neo en la película Matrix, podríamos saludar a cualquiera que nos preguntase que tal esta la izquierda en España en el contexto de la mayor crisis económica de la historia del Capitalismo. Por un lado tenemos al PSOE que ha renunciado a ser el partido de referencia de la socialdemocracia europea, para convertirse en un suflé del peor Tony Blair, acompañado de Almunias amargas y servido con un Solchaga del 82 avinagrado. Es decir que ha decidido convertirse sin mascaras al socia liberalismo fiel vasallo del sacrosanto mercado.
Por otro tenemos al máximo representante de la izquierda alternativa española: IU. Partido que no coalición con vocación de movimiento sociopolítico, que termina siendo la pantalla para que el PCE se presente a unas elecciones. Al margen dejaremos el desplante democrático que los grandes partidos PP-PSOE y los nacionalistas vascos (PNV) y catalanes (CiU) han hecho con la ultima modificación de la ley electoral para que a IU le cueste 10 veces más sacar un diputado que a PP o PSOE. El principal problema de IU ya no es la Ley Electoral, es la propia IU. En estos momentos de crisis de la izquierda, IU ha renunciado a refundarse, ha lanzado unos fuegos artificiales y poco más, ya no interesa, el control de IU ya lo tienen quienes lo ansiaban. El corralito se puede seguir manteniendo. Lo de menos casi es la necesidad de referentes en la izquierda, referentes que hablen el lenguaje de la gente, del/la mileurista, del becario/a, de las familias que se han quedado sin recursos, de los no sindicados...Ese es el gran drama de la izquierda partidista española, que acaban siendo tan pocos, que solo hacen política para ellos. Conozco un par que su objetivo es no ser más de seis y que piensa que hacer política en la calle es poner tres carteles. Es una pena que el proyecto de IU nacido en una situación semejante, no haya tenido la oportunidad de refundarse e iniciar una nueva andadura basada en la suma y alejada de tradiciones y aparatos que huelan a naftalina. Solo espero que en este desierto de lo real termine germinado algo. Por favor apaguen la luz al salir, si son pensionistas también el brasero.

Miguel Angel Martín