lunes, 16 de febrero de 2009

El desmantelamiento de la banca pública

Nuestro país tuvo una potente banca pública de la que hoy no queda vestigio. Murió tras el tozudo empeño privatizador desarrollado durante los gobiernos socialistas presididos por Felipe González y los posteriores gobiernos del PP. Ahora se sufren las consecuencias de haber saldado tan alegremente un instrumento cuya utilidad evidencian las tribulaciones del actual Gobierno en sus fallidos intentos de promover el crédito. La banca pública existía desde antiguo en nuestro país y tenía un peso importante. En la década de los ochenta otorgaba más del 20% de los créditos, mientras que el resto correspondía a la banca privada y a las cajas de ahorros. A principios de los noventa la banca pública concedía todavía el 15% de los créditos cuando el Gobierno del PSOE decidió unificarla en el grupo llamado Argentaria para facilitar su privatización en bloque. Tras la pérdida de las elecciones por el PSOE, este proceso se remató durante el Gobierno del PP con la integración de Argentaria en el grupo privado BBV –dando lugar al actual BBVA–,con lo que el Estado se desprendió finalmente de su participación minoritaria. La estrategia privatizadora alcanzó extremos surrealistas en su afán de liquidar cualquier traza de banca pública, como fue la segregación de las sucursales que tenía la antigua Caja Postal en las estafetas de Correos, para ofrecérselas al Deutsche Bank, cuya presencia aparece hoy insólitamente vinculada a las 2.000 oficinas de Correos que pueblan la geografía nacional. Los bancos públicos habían surgido para asegurar que los antiguos servicios de crédito del Estado pudieran ejercer directamente sus funciones de intermediación financiera sin depender de las entidades privadas, como sigue ocurriendo en la mayoría de los países. Pero en España, tras haber desmantelado la banca pública, el Estado perdió esas funciones, por lo que el propio Instituto de Crédito Oficial (ICO) tuvo que recurrir a la banca privada para colocar sus préstamos. Resulta penoso observar cómo la banca privada no sólo ha hecho caso omiso de las reiteradas demandas del presidente Rodríguez Zapatero de “arrimar el hombro” en la concesión de créditos, sino que ha exigido al Estado mayores comisiones y garantías para conceder los préstamos del ICO, a la vez que hacía gala de sus millonarios beneficios. Es decir, que la banca privada, además de negarse a modificar los criterios en la concesión de créditos, saca la máxima tajada posible por el mero hecho de tramitar los del ICO, dejando por completo fuera de lugar las ingenuas sugerencias del presidente Zapatero. El desmantelamiento de la banca pública entra en franca contradicción con las funciones que ahora se plantea el Estado con motivo de la crisis. Tras tanto adelgazar al Estado y engordar los negocios privados, el volumen y los riesgos de estos crecen a un ritmo muy superior al de los recursos públicos. Por ejemplo, si en 1995 el importe de los créditos doblaba al de los ingresos fiscales del Estado, en 2007 lo quintuplica, con lo que son cada vez más limitados los recursos públicos en comparación con los privados. Durante la crisis bancaria vivida entre 1977 y 1985, el saneamiento de las entidades financieras españolas exigió al Estado ayudas billonarias en pesetas y la crisis actual va camino de exigirlas en euros. En este caso, sería razonable aprovechar, al menos, tan enorme esfuerzo para reestablecer la propiedad y el control del Estado en el sistema bancario y paliar así los excesos privatizadores del pasado. José Manuel Naredo Economista y estadístico Diario Público (13/02/09)

jueves, 12 de febrero de 2009

LaCita

"Todos los hombres nacen iguales, pero es la última vez que lo son".
Abraham Lincoln

Socialismo Amargo.

El 9 julio de 2008 cuando Zapatero se empeñaba en buscar sinónimos de Crisis y el Gobierno Municipal de Sagunto, entonces en minoría, intentaba aprobar las cuentas municipales de 2008. Escribí un articulo en el que entre otras cosas planteaba la necesidad de aprobar estos presupuestos teniendo en cuenta un Plan Local Anticrisis. Anunciaba que la crisis iba ir a más y que el ayuntamiento debía aportar su grano de arena para paliar la situación critica de muchos/as trabajadores/as. Pues bien, desgraciadamente nada de esto pasó y la cosa esta yendo a peor. No tiene visos de mejorar a corto plazo, es por ello que ante la aprobación de las cuentas del Ayuntamiento para 2009, es más necesario que nunca que se tengan en cuenta una serie de medidas en una doble dirección: Por un lado poner en marcha todas aquellas medidas sociales de competencia municipal que aseguren que nuestros/as convecinos/as en situaciones de dificultad económica puedan encontrar el apoyo adecuado (potenciando becas de comedor; transporte a estudiantes universitarios; becas de libros; ayudas de emergencia; mejorando el funcionamiento del comedor social, la atención domiciliaria a nuestros mayores etc...). Y por otro lado la incentivación económica a través del endeudamiento para generar obra publica intensiva en mano de obra. Estas acciones deberían ser debatidas y consensuadas entre el Consejo Económico y Social y todos los grupos políticos municipales. Sin dejar de lado el paquete de reivindicaciones y demandas a la Generalitat Valenciana y al Gobierno del Estado, tanto para frenar la sangría de despidos, ERES y cierres de empresas, como para demandar inversiones en la ciudad (Puerto Autónomo; Parc Sagunt; infraestructuras educativas, de comunicaciones, sociales y culturales). Nuestros representantes locales, en estos momentos deberían estar anticipándose sobre que va a pasar en un par de años. Lo previsible es que no volvamos a los niveles de empleo de 2007, en muchos años. La locomotora del ladrillo ha descarrilado y no hay recambio. Además de que en esta crisis va a ser más difícil salir que de la de 1929, ahora somos conscientes de que el planeta es finito, por lo que el aumento del consumo no nos va a sacar de esta situación. La pregunta es ¿hay salida a esta crisis? Creo que si, algunas propuestas hoy provocan sorna en mucho neoliberal, como hace años lo hacia la palabra nacionalización y solo hay que escuchar a Bush y a Obama echando pestes de la desregulación del sistema y de los desmanes del capitalismo. En España temas como la Ley de Dependencia, los Servicios Sanitarios, Educativos, el Medio Ambiente, de los que somos un país deficitario, son el verdadero nicho de empleo del futuro. Evidentemente requieren del esfuerzo publico y de un Estado fuerte, pero los que ahora sigan pensando que el Estado cuanto más débil mejor, es que han estado en coma en los últimos nueve meses. Respecto al sistema financiero, el Estado debe plantearse acabar con una intermediación que ahora mismo no funciona, pero que ha hecho y hace ricos a una elite, y optar por la BANCA PUBLICA. Pero no comprando las perdidas y fondos oscuros, como es el caso de EEUU (Bad Bank), sino optando de manera valiente por recuperar un papel protagonista el algo esencial como es la financiación de hogares y empresas. De lo contrario es posible que antes de fin de año veamos al Presidente del Gobierno metiendo más dinero en los bancos y prefiriendo el sistema de moda, el Socialismo Amargo, termino acuñado por le Premio Nobel de economía norteamericano Paul Krugman, y que viene a decir que los contribuyentes pagan la factura si las cosas van mal, pero los accionistas y los ejecutivos reciben los beneficios si las cosas salen bien. Miguel Ángel Martín

jueves, 5 de febrero de 2009

LACITA

"Fingimos lo que somos. Seamos lo que fingimos". Pedro Calderon dse la Barca

REFUNDAR NO ESTA EN EL DICCIONARIO.

La Academia de la Lengua Española, en su diccionario carece de una definición para el verbo “fundar”, no obstante su pagina web te ofrece una definición, con varias acepciones. Teniendo en cuenta el tiempo político que vive Izquierda Unida nos interesa la cuarta y la quinta (4. Establecer, crear. 5. Apoyar algo con motivos y razones eficaces o con discursos). Las dos son perfectas para iniciar un debate sobre lo que la militancia y la ciudadanía de izquierda y votante, espera de ese anunciado proceso de Refundación. Es evidente que en estos momentos hay una doble visión de este asunto dentro de IU, una parte importante de la organización piensa que este proceso debe servir para volver a crear IU, y otra piensa que este proceso debe servir para apoyar la vieja estructura organizativa. Como se puede ver ambas percepciones se asentan en dos significados muy diferentes, si se quiere uno más conservador, otro rompedor y radical en sus concepción. Personalmente creo que proyectos sociopolíticos como fue en sus día la creación de IU, son únicos y consecuencia de un momento histórico determinado. Desde sus creación hemos perdido a gran parte de partidos y colectivos que daban vigor y vigencia a un proyecto de movimiento político y social. En la practica y a día de hoy somos unas siglas que reúnen a un proyecto organizado, el PCE, y un conglomerado de INDEPENDIENTES que se mueven entorno al 50-50 %. La realidad es que tenemos poco de movimiento social, la mayoría de militantes estamos de manera activa en colectivos y asociaciones de diversa índole (sindicatos, colectivos alter mundistas, feministas, solidarios, medio ambientales, en defensa de la sanidad y la educación publica, de recuperación de la memoria histórica, etc.) lo que no quiere decir que IU sea ese deseado movimiento de movimientos que recoja a la gran variedad socialmente organizada. Hace unos meses un histórico comunista Higinio Polo publicaba un interesante articulo en el cual daba por finiquitada a IU y proponía diversas alternativas, una de ellas planteaba que el PCE se presentase de nuevo a las elecciones y que en caso de darse las circunstancias se plantease, sin prisa coaliciones electorales, una especie de nuevo Frente Popular. Esta podría ser una de las alternativas al futuro de IU, lo cierto que del análisis de Higinio Polo se derivan las disfunciones organizativas que viene sufriendo IU, una débil organización y dinamización de la militancia pero que en la practica diaria reproduce dos esquemas organizativos en uno, con el consecuente desgaste del ya raro militante de base. También es cierto que muchos miembros del PCE siguen viendo a IU como una marca electoral e institucional. Otro ejemplo de refundación de la izquierda lo tenemos recientemente en Alemania, donde la fusión del PDS (Partido del Socialismo Democrático- Ex comunistas del este) y la WASG (Alternativa Electoral por el Trabajo y la Justicia Social de Oskar Lafontaine) ha creado un nuevo partido: Die Linke (La Izquierda, en alemán). La Izquierda defiende un "socialismo democrático", que define de una forma más radical que el SPD, rechazando el "modelo capitalista de la RFA". Según el propio partido, es la "única fuerza de izquierdas" en el parlamento alemán. En Francia el Partido de la Izquierda fundado por el Senador ex socialista Jean-Luc Mélenchon, y el Partido Comunista Francés están configurando una gran coalición electoral de cara a las próximas citas electorales de Francia: El Frente de Izquierdas. Resumiendo, “Refundar” no esta en el diccionario por lo tanto tenemos que reinventar nuestro futuro, tal y como hoy hacen los cocineros, deconstruirnos igual que Ferrán Adriá hace con la tortilla de patatas, reinventarnos conociendo todos nuestros ingredientes. Por lo cual sobre la deconstrucción adriática, parafraseando a Giuseppe di Lampedusa en El Gatopardo, podría decirse: "Si queremos que todo siga como está, es preciso que todo cambie. (…..) Para que todo quede tal cual. Tal cual, en el fondo". Y el fondo de IU, su esencia es lo que nos interesa para transformar esta decadente sociedad. Esto supone romper nuestras propias barreras de análisis y de manera colectiva estar, con generosidad y coraje, dispuestos a todo. Nos jugamos este futuro, habrá otros posiblemente, pero mucha gente nos necesita ahora con las cosas claras y dispuestos a dar el cayo. Si no lo hacemos acabaremos definiendo la política de izquierdas, como eso que pasa mientras estamos ocupados dándonos puñaladas. Miguel Ángel Martín