miércoles, 26 de octubre de 2011

¿Cómo puede alguien llegar a ser así?


En estos momentos seguro que muchos podríamos hacernos esta pregunta después de oír unas declaraciones de Duran i Lleida, Juan Roig o Manuel Pizarro hablando del futuro del Estado del Bienestar español. Sin embargo, forman parte de los tics progresistas de los ochenta en EEUU frente al empuje y auge de las tesis neoliberales del economista Milton Friedman que tuvieron su eco político con la llegada al poder de Ronald Reagan en los años ochenta. En esos años se inicio la quiebra del consenso social surgido en Europa tras la II Guerra Mundial y que desde ese momento hemos conocido como Estado del Bienestar. Ese consenso significaba, en términos generales, que tras el reconocimiento de los derechos civiles del siglo XVIII; los políticos del siglo XIX, el Siglo XX nos iba a consolidar los derechos sociales. Partiendo del fracaso del liberalismo económico, los Estados reconocieron que este modelo de estado de economía mixta, suponía la extensión del concepto de ciudadanía a la esfera social y económica, reconociendo que la educación, la sanidad, el bienestar económico y la seguridad son fundamentales para conseguir la plena ciudadanía. Para autores como T.H. Marshall, suponía la culminación del progreso armónico de las sociedades a lo largo de la historia. Sin embargo estamos en el año once del nuevo siglo XXI, el que iba a ser el de la consolidación de la cuarta generación de derechos vinculados con las tecnologías de la información, y no tenemos más que ponernos a la defensiva para no perder las tres primeras generaciones de derechos. ¿Que nos está pasando para permitir que los mismos que nos han metido en esta crisis del capitalismo desregulado y sin controles estén dictando los pasos a seguir para salir de ella? El Estado del Bienestar español arranca tímidamente en los Pactos de la Moncloa del año 1977. Pasamos entre 1976-1981 de la participación del gasto social del PIB del 12´5 % al 19´6 % en plena Crisis Económica. En estos momentos somos el país del UE 15 con menor gasto social. Y sin embargo los voceros del neoliberalismo aprovechan la coyuntura para recetar siempre dieta estricta a los que menos tienen. El Sr. Pizarro, Duran y Roig deberían de saber, que mientras para a ellos el EB era un buen sistema para conseguir estabilidad y ganar dinero, el resto apostamos por la solidaridad, por la igualdad y la justicia. Romper ese “contrato social” que ha supuesto el Estado del Bienestar supone quebrar todo nuestro modelo social, económico y político ¿queremos llegar ahí?


Miguel Angel Martín
Ilustración Kalvellido


martes, 11 de octubre de 2011

Saquear las cajas: Objetivo cumplido!

El origen español de las Cajas de Ahorro podemos encontrarlo en los Montes de Piedad, organizaciones benéficas inicialmente vinculadas a la iglesia católica y que durante el Siglo XIX fueron también impulsadas desde lo público. Ya en el siglo XIX en España aparecieron gran cantidad de cajas de ahorro vinculadas siempre a un territorio y con el objetivo de ayudar a quienes más lo necesitaban. En Sagunto la Caja de Ahorros y Socorros de Sagunto (la segunda más antigua de España) se fundó en 1841 por el Presbítero de la ciudad don Joaquin Pallarés Igual, con la finalidad de proteger contra la usura a los saguntinos de las clases más necesitadas y promocionar el desarrollo de Sagunto y su comarca. El 25 de marzo de 1993 la Asamblea de Caja Sagunto aprobaba la fusión con Bancaja. Aquellos años, debido a la crisis y al cese de la prohibición de operar fuera de sus respectivos territorios, en todo el estado desaparecieron las pequeñas Cajas de Ahorros. En el País Valenciano ese proceso de fusiones, hizo hegemónicas a la CAM y Bancaja. Podríamos afirmar que las cajas de ahorros son lo poco de banca pública que nos quedaba. En los últimos tiempos los medios de comunicación a través de los habituales tertulianos, nos han ofrecido sus diagnostico al saqueo de las cajas: el problema ha sido que en su gestión intervenían políticos. Que pronto nos olvidamos de Lehman Brothers, Goldman Sachs Credit Suisse y la británica Barclays etc. paradigmas de la pura e impoluta gestión económica y privada de los grandes ejecutivos. La paradoja de las cajas no es que la gestión estuviera bajo la política, sino que eran partidos políticos los que nombraban a sus representantes, curiosamente políticos que no creen en lo público y mucho menos en la banca pública, pero que si se han reservado prestamos a 0 % de interés (si lo han leído bien 0%) o para refinanciar las deudas de sus desmanes presupuestarios (Generalitat valenciana y la CAM). Creo que poco tienen que ver con objetivos fundacionales de las cajas, sufragar el equipo de vela de la CAM donde el príncipe Felipe ha sido patrón (1´5 millones de euros anuales) o la villa de lujo que Caja Madrid tiene en Miami para el disfrute de sus directivos. En resumen, dejamos a las comadrejas cuidando el gallinero y ahora todo el mundo echa la culpa a las gallinas por poner huevos. La triste conclusión es que una vez saneadas con el dinero de todos nos quedamos sin cajas y sobre todo sin obra social y cultural. Como podrán ver seguimos socializando perdidas y privatizando beneficios, alguien bautizo estos tiempos como los del socialismo invertido.

Miguel Angel Martin

viernes, 7 de octubre de 2011

AGENDA SOCIAL

La línea roja


Hace unos días el portavoz de IU en el Congreso Gaspar Llamazares alertaba en los Desayunos de la 1, del peligro que entraña para la cohesión social el continuo ataque a los pilares de nuestro Estado del Bienestar. Llamazares declaraba que se está traspasando una línea roja, algo que puede acarrear repercusiones sociopolíticas difícilmente calculables. No podría estar más de acuerdo. Como afirmaba Tony Judt, el problema de la ciudadanía actual es que hemos olvidado las penurias que sufrieron nuestros tatarabuelos, abuelos y padres para arrancar al capital las sucesivas conquistas sociales que cuajaron en nuestro país en un tardío Estado del Bienestar de corte mediterráneo. Conquistando a final de los setenta nuestros derechos políticos y sociales. En el resto de la entonces llamada Europa occidental, el Estado del Bienestar se desarrolla tras la II Guerra Mundial. El economista David Anisi nos recordaba en 1998 que el mercado aceptó aquel pacto keynesiano, origen del Estado de Bienestar por conveniencia y miedo. A este respecto parece que no solo tiene poca memoria gran parte de la clase trabajadora, sino que políticos de corte neoliberal, fieles y obedientes vasallos del todo poderoso “mercado” han olvidado que en su día el miedo, obligo a los grandes burgueses a perder un poco con el objetivo de no perderlo todo. Quizás y debido a ese estado de shock en el que nos ha dejado esta crisis y que día a día el telediario se encarga de recordarnos, las oligarquías financieras y la derecha política se han crecido de tal manera que ahora los pupilos de Aznar se atreven hasta con los sindicatos. Instituciones que hoy por hoy y con toda la crítica que podríamos hacerles, son la última frontera entre nuestro presente social y un negro viaje a las condiciones sociales y económicas del siglo XIX que parecen tenernos preparado estos Tour Operadores del laissez faire, laissez passer, encarnados en la derecha nacionalista de nuestro país, la española y la catalana. La derecha política y económica va a hacer un esfuerzo brutal para deslegitimar al mundo sindical y movimientos como el 15M, lo que no están valorando es que traspasar determinadas líneas rojas por parte de los poderosos ha sido el motor de los grandes cambios y trasformaciones socioeconómicas que ha sufrido el mundo occidental desde el Antiguo Régimen.





Miguel Angel Martin