lunes, 28 de enero de 2008

El Patrimonio Industrial del Puerto cuidado con esquisitez.

Recientemente la Fundacion C.V. para la Defensa del Patrimonio Industrial de Sagunto denunciaba la poca sensibilidad de los ladrones de piezas del futuro Museo. Estas fotos son del domingo dia 27 de enero. Se contabilizaron más de nueve piezas que se encuentran a la intemperie y a merced de cualquier desaprensivo.
Es increible, menos mal que en sagunto no hay integristas dispuestos a volar la Nave ¿o si?

martes, 22 de enero de 2008

REPUBLICANISMO. Una teoría sobre la libertad y el gobierno

Editorial Paidos
Año edición:1999 páginas:392
Precio: 28 €
Este libro supone la primera vez en que se presenta, de una manera completa y global, una alternativa a las teorías liberales y comunitaristas que han dominado la filosofía política de los últimos años. Y Philip Pettit lo hace mediante una exposición, tan elocuente como convincente, que a su vez se abre con una exploración de la concepción republicana tradicional de la libertad como no-dominación, contrastándola con las visiones negativa y positiva de la libertad. La primera parte esboza el ascenso y declive de dicha concepción, muestra sus ventajas y defiende la necesidad de seguir considerándola como un ideal político esencial. La segunda atiende las implicaciones que podría tener el ideal en cuestión para la toma de decisiones públicas, para el diseño constitucional y democrático, para el control regulativo del Estado y para la relación entre este último y la sociedad civil. Especialmente notables resultan, en este sentido, tanto el nuevo concepto de democracia aquí expuesto, según el cual el Estado debe exponer continuamente sus decisiones al debate ciudadano, como la consiguiente visión de las relaciones entre el Estado y una sociedad civil basada en las virtudes cívicas y la confianza mutua. Una obra robusta e incisiva, pues, que no sólo ofrece una panorámica global de las diversas fuentes intelectuales del republicanismo, sino que también proporciona una perspectiva nueva sobre campos de investigación afines, como la historia de las ideas, la teoría del derecho y la criminología. Philip Pettit es profesor de Teoría Social y Política en la Research School of Social Sciences de la Australian National University, en Canberra, y de Filosofía en la Columbia University de Nueva York. Entre sus libros figuran The Common Mind: An Essay on Psychology, Society and Politics (1993) y Not Just Deserts: A Republican Theory of Criminal Justice (1990, con John Braithwaite).

lunes, 21 de enero de 2008

Un Sagunto incomodo.

Desde hace algunos meses, debido fundamentalmente a la influencia mediática del ex Vicepresidente de EE.UU. Albert Arnold Gore, Al Gore para los amigos, se ha convertido en una verdad incomoda todo lo relacionado con el Cambio. En algunas ocasiones nos es difícil relacionar las problemáticas o situaciones globales con nuestra realidad local, fundamentalmente en cuestiones donde la globalización de la economía o las desigualdades sociales nos obligan a realizar un esfuerzo para buscar las causas de los efectos que solemos padecer casi sin darnos cuenta. Algo parecido ocurre con el cambio climático, nos parece una amenaza real pero lejana. Sin embargo y recientemente nuestra ciudad se ha visto directamente relacionada en cuestiones que tienen mucho que ver con el tema, y que pueden ayudarnos a comprender nuestra contribución a evitar o mejor dicho moderar el cambio climático, que se traduce en limitar las emisiones de CO2. Comenzaremos con un proyecto que es consecuencia del Cambio Climático: La desaladora. Los medios de comunicación hablan constantemente de ciclos de sequía, algo que la comunidad científica hace años que ha desmentido, no se trata de una sequía coyuntural, en el mediterráneo estamos padeciendo una sequía estructural, es decir jamás volveremos a disponer de los recursos hídricos de los que disponíamos hace 20 o 30 años. Es muy posible que dentro de pocos años, no nos llegue agua del Xuquer o no toda la que necesitamos y nos veamos obligados a sobrevivir gracias a ese mal menor que son las desaladoras, autentico símbolo del fracaso de nuestra sociedad postindustrial que ha sido capaz por si sola de modificar el clima de un planeta perjudicándose así misma. Pero las desaladoras no son la nueva panacea que sustituirá al “metro cúbico”, sino somos capaces de utilizarlas con la racionalidad que requiere una instalación producto de la irracionalidad delos últimos 300 años. Otro de las cuestiones que nos han afectado en el ultimo año han sido las rémoras y dilataciones para proteger la Montaña de Romeu. Convertir el mayor pulmón verde publico de nuestra ciudad en una cantera creo que hoy por hoy no puede ser justificado por ningún puesto de trabajo. Es curioso como en estos dos últimos años la presión de la empresa ha hecho dilatar la Declaración de la zona como Paraje Natural Municipal y resulta como poco paradójico que se quiera destruir esta reserva natural para producir cemento. Cada día en nuestra ciudad generamos más basura y la tratamos peor. Este año la subida más importante del coste del servicio se debe al transporte de nuestra basura desde Sagunto hasta Jumilla (Murcia), por que para que todo el mundo lo sepa nuestra basura todos los días recorre 200 Km. El coste del transporte de los dos tráiler que salen de Sagunto cada día hacia Jumilla es de 156.000 euros, es decir unos 26 millones de pesetas que ahora debe pagar toda la ciudadanía. Si la planta de Algímia (17 Km. de distancia desde el muelle de trasferencia del Polígono SEPES) hubiese estado en el tiempo previsto esta cantidad económica, el consumo energético y lo que suponen las emisiones de CO2 de dos Trailer que hacen todos los días 200 Km. de ida y otros 200 Km. de vuelta, nos lo ahorraríamos. Estos tres ejemplos, efecto y causas, de futuras modificaciones del clima y que tenemos la oportunidad de ver en nuestro territorio, unidos a la falta de vocación de nuestro consistorio en liderar acciones contra el cambio climático que configure una agenda de medidas urgentes desde el ámbito municipal (disminución consumo energético, consumo de agua, políticas de movilidad etc.) que junto al impuso de campañas de sensibilización y comprensión de este problema y como podemos contribuir desde nuestras casas o puestos de trabajo, conformasen una autentica Estrategia Local Contra el Cambio Climático. Plan de acción que debería estar consensuado por todos los grupos políticos y producto del debate de la sociedad civil y expertos. Por lo tanto, y sin dejar de lado nuestros objetivos a corto plazo, las entidades sociales y las personas implicadas, deberíamos marcar en nuestras agendas la reivindicación a nuestros responsables políticos más cercanos, así como reafirmar nuestro compromiso cotidiano y más cívico que nunca con las futuras generaciones. Y esto requiere reconvertir la incomodidad de nuestras verdades en acción.
Miguel Ángel Martín

lunes, 14 de enero de 2008

¿Estan en peligro las pensiones?

Publicado en El Periódico, edición Cataluña el 27 de diciembre de 2007
Un argumento muy extendido en centros financieros es el que sostiene que el alargamiento de la esperanza de vida en España está haciendo inviable financieramente a la Seguridad Social. Se asume que el hecho de que la esperanza de vida haya crecido ocho años durante el período 1970-2004 implica una enorme sobrecarga para el sistema de pensiones de vejez, pues éstas tendrán que absorber los costes de pagar las pensiones ocho años más por pensionista. De ahí que estén proponiendo el retrasar en cinco años la edad obligatoria de jubilación, pasando de 65 a 70 años, tal como ha propuesto La Caixa.Tales propuestas ignoran, sin embargo, que el hecho de que la esperanza de vida fuera 72 años en 1970 y subiera a 80 años en 2004 no quiere decir, como constantemente se asume, que las personas vivieron ocho años más en el segundo que en el primer año. Este error está basado en un desconocimiento de cómo se calcula la esperanza de vida de un país. Veamos. Supongamos que España hubiera tenido en el año 1970 sólo dos habitantes. Uno, la Sra Maria que en aquel año murió a los 80 años y otro, Pepito, que murió el mismo año que nació. El promedio de la esperanza de vida en España en el año 1970 hubiera sido de 40 años (80+0:2). Ahora bien, supongamos que en el año 2004, en España hubieran también sólo dos habitantes. Uno, Rosa, la hija de María, que continúa muriendo a los 80 años, pero el hermano de Pepito en lugar de morir al primer año, muere a los 20 años. La esperanza de vida promedio en este caso hubiera sido en 2004 de 50 años (80+20:2), con lo cual la esperanza de vida promedio de España habría crecido nada menos que diez años durante el período 1970-2004. Pero ello no quiere decir que Rosa viviera diez años más que su madre. La edad que Rosa murió fue la misma que su madre, ochenta años.Pues bien, lo que ha ocurrido en España no es tanto que la gente que llegó a anciana en el año 2004 viva ocho años más sino que la mortalidad infantil ha disminuido espectacularmente, durante el período 1970-2004. En realidad, el alargamiento de los años de vida durante el período 1970-2004 para las personas que alcanzan 65 años ha sido sólo de cuatro años (y no de ocho años como se dice). Es más, mientras que el nivel de salud de un profesional universitario cuando llega a los 65 años es elevado y su grado de satisfacción con el trabajo también, ello no es así con el personal de limpieza de la Universidad que tiene un nivel de salud a los 65 años semejante a la que tendrá un profesional universitario a los 75 años. Y hay en España muchos más trabajos como del personal de limpieza que como el del profesional universitario. El 58% de trabajadores en España no gozan con su trabajo y consideran su trabajo repetitivo. Exigirles que retrasen su edad de jubilación cinco años es profundamente injusto, lo cual explica la gran impopularidad de tal medida.En realidad, ningún país ha aceptado retrasar la edad de jubilación a los 70 años. Ni siquiera EEUU bajo la presidencia de Bush ha ido tan lejos. Lo máximo a que se han atrevido algunos gobiernos es retrasarla a los 67 años. En realidad, la existencia de la misma edad de jubilación para todas las clases sociales y para todos los grupos ocupacionales (tal como ocurre hoy) es también profundamente injusto. Puesto que una persona perteneciente a la decila superior de renta del país vive en España siete años más que una persona de la decila inferior, resulta que las clases populares, de menos tiempo de vida, se benefician menos de las pensiones que las personas de rentas altas.Lo que se requiere por lo tanto no es retrasar la edad obligatoria de la jubilación sino flexibilizarla a fin de hacerla más equitativa. No es justo que personas ancianas con alto nivel de salud y que gozan de su trabajo tengan que pasar de un pleno rendimiento laboral a una actividad profesional cero cuando se jubilan. Este fenómeno encubre una discriminación contra las personas de mayor edad, prohibida en muchos países. Así en EEUU no puede forzarse a ninguna persona que se jubile debido a su edad. La jubilación es un derecho, no un deber. Existe una ley federal en contra de la discriminación de las personas por su edad que prohíbe que la edad sea un criterio de interrupción de un contrato laboral o de mantenimiento de su puesto de trabajo.En el otro extremo, en el nivel de renta baja, nos encontramos con la persona que realiza un trabajo monótono y que goza de peor salud y que debiera poder jubilarse incluso antes de los 65 años, sin que tal jubilación le significara un descenso de su capacidad adquisitiva. Es este grupo el que en España tiene menor protección en su vejez puesto que, aun cuando las pensiones contributivas signifiquen un elevado porcentaje de su salario, este tiende a ser muy bajo, y al no corregirse las pensiones para adaptarse al promedio salarial sino al nivel de inflación, se disminuye su nivel de vida en comparación con sus compañeros que continúan trabajando. Esta situación es más extrema en el caso de las pensiones no contributivas, donde el riesgo de pobreza es muy elevado. No es cierto, por lo tanto, lo que insinúa la banca y las cajas de ahorro de que las pensiones son excesivamente generosas.
Vicenç Navarro