viernes, 29 de octubre de 2010

Hasta siempre compañero...

"Ni nos domaron, ni nos doblaron ni nos van a domesticar"
Marcelino Camacho

martes, 26 de octubre de 2010

Vive la France !!!

El pasado domingo en una interesante entrevista del diario El País, Julián Assange fundador y editor de “wikileaks”, la pagina web desde donde se están denunciando numerosos asuntos turbios de Estados, multinacionales y entidades bancarias, comentaba textualmente, “la sociedad civil está muerta. Hay una amplia clase de gente que, lo sabe y está aprovechando para acumular riqueza y poder”. Yo no podría estar más de acuerdo, sobre todo si vemos lo que está ocurriendo después del crack económico al que nos han llevado los grandes especuladores financieros, fiel reflejo de esta sociedad Capitalista donde la mejor regulación era “la que no existía”. La crisis del capitalismo, cada vez tengo más claro que está y ha estado precedida por una crisis ética, moral, ideológica y política. Las sociedades y en especial las clases trabajadoras están desarmadas, vivimos unos tiempos donde a diferencia de la Crisis del 1929, la izquierda política y sindical lejos de ser un potente contrapeso a las políticas neoliberales, están librando una desigual batalla, entre otras cosas porque vemos como la clase trabajadora ha asumido como suya la explicación insolidaria y economicista que ha hecho del mundo el Capitalismo salvaje del Siglo XXI, cada vez más parecido al del siglo XIX.

 
Afortunadamente nos quedan los franceses, no voy a ocultar que desde que vi por primera vez Casablanca, cada vez que oigo La Marsellesa me emociono, se me ponen los pelos como escarpias. Años más tarde cuando mi abuelo me conto como los tenían encerrados en la Playa de Argelès los francés al acabar la Guerra Civil, se me paso un poco el afrancesamiento. A fecha de hoy y después de ver la capacidad de movilización y lucha de los trabajadores franceses, me vuelvo a emocionar. Ver a estudiantes y trabajadores diciéndole a su gobierno que por ahí no pasan, es de lo más digno que ha pasado en la Unión Europea en los últimos años. La pena es que en esta Europa unida, los trabajadores no seamos capaces de generar una oposición europea a la ofensiva neoliberal que de manera estratégica y coordinada pretende llevarnos a las condiciones laborales no ya del siglo pasado, sino del Siglo XIX. Nos enfrentamos a un mundo donde unos pocos se han propuesto que nuestros hijos vivan peor que nosotros, podemos evitarlo, si alguien no sabe como lo están haciendo en Francia solo hay que mirar los telediarios.

 
Miguel Angel Martín



jueves, 14 de octubre de 2010

TRABAJO Y CALIDAD DE VIDA de Vicenç Navarro

El trabajo es la variable más importante para explicar la calidad de vida de la población adulta. Estudios científicos de los centros de investigación de la salud de EEUU (los famosos National Institutes of Health del Gobierno federal de EEUU) han mostrado que la variable más importante para explicar la longevidad (es decir, los años que una persona vive) de los ciudadanos estadounidenses es el tipo de trabajo que realizan. A mayor calidad del trabajo (es decir, a mayor posibilidad de mostrar en su puesto de trabajo la creatividad que todo ser humano tiene, a mayor control de su ambiente laboral y de sus condiciones de trabajo y a mayor satisfacción con su trabajo), mayor es el número de años que un ciudadano vive. En realidad, el trabajo configura las 24 horas del día, y no sólo las ocho horas de jornada laboral. Un carpintero, por ejemplo, tiene sueños distintos a un médico. Y el punto más débil de nuestras sociedades es que, para la mayoría de personas que trabajan, el trabajo no es, en sí, un medio de goce, creatividad y satisfacción, sino un mero instrumento para conseguir los medios –dinero– para que aquel individuo se sienta realizado en el mundo del consumo. La sociedad del consumo convierte el mundo del trabajo en mero instrumento para poder consumir.



Sin embargo, el trabajo es la variable más importante para configurar la vida de una persona. Lo que la persona tiene (el consumo) depende de lo que hace (trabajo). De ahí que la gente normal y corriente, en la gran sabiduría que le da su experiencia cotidiana, cuando quiere saber de una persona, después de preguntarle su nombre, suele preguntar: “Y usted, ¿de qué trabaja?”. Y cuando le responde a esta pregunta ya conoce mucho de la otra persona, incluyendo su nivel de consumo, tipo de vivienda que tiene y el tipo de vecindario donde vive, así como su estilo de vida, y un largo etcétera.

Pero el trabajo (la existencia de un buen trabajo) no es sólo un bien individual, sino también colectivo. Es decir, a más personas trabajando (y con un buen trabajo), mayor riqueza existe en un país. En realidad, el hecho de que seamos en España menos ricos que la mayoría de países de la

UE-15 se debe a que tenemos menos personas trabajando que ellos. De ahí la enorme importancia de que las autoridades públicas ayuden a las mujeres a integrarse en el mercado de trabajo mediante el desarrollo de lo que en su día llamé “el cuarto pilar del bienestar” (ver mi artículo bajo este título en Público, 15-10-09), es decir, escuelas de infancia y servicios domiciliarios.



Ahora bien, para tener un buen trabajo primero hay que tener trabajo. Y este no abunda. Y ahí comienza el problema. Si todas las personas que desean tener trabajo (que son la mayoría de personas adultas) lo consiguieran y hubiera pleno empleo, la demanda no sería sólo de empleo, sino de buen empleo. Un buen empleo sería el objetivo central de la mayoría de la población adulta. Pero cuando hay un elevado desempleo, entonces las demandas disminuyen y se pide trabajo y punto, sin añadir “buen”, que es la situación en la que nos encontramos ahora, con un elevadísimo paro.



Ahora bien, el desempleo se da cuando hay menos oferta de trabajo que la que desea la población que busca trabajo. Y ello puede deberse a varias razones. Una es que la economía está estancada y no hay suficiente demanda de productos y servicios, con lo cual las empresas disminuyen su producción y despiden a sus trabajadores. Es lo que está ocurriendo ahora. Pero, además de ello, hay causas estructurales que vienen existiendo desde hace muchos años. Una es el cambio tecnológico, que permite a un trabajador hacer lo que hacían antes veinte trabajadores. Otra es el desplazamiento de empresas a otros países, a los que se llevan puestos de trabajo. Y otra es la inmigración, que aumenta el tamaño de la población que demanda trabajo. Cada una de estas causas estructurales puede variar según decisiones políticas.



Pero otra manera de reducir el desempleo, que no se está explorando tanto como las anteriores, es aumentar la oferta de trabajo disminuyendo el número de horas trabajadas. Esto es precisamente lo que hizo la Administración Roosevelt con el New Deal, cuando el desempleo, durante la Gran Recesión, aumentó considerablemente. Dictó una ley en 1940 que estableció la semana laboral de cinco días, cuando antes era de seis días. Este cambio fue enormemente importante y, además de aumentar la calidad de vida de la población trabajadora (y de sus familias), aumentó enormemente la oferta de trabajo. De ahí que una medida de gran eficacia para crear empleo sería disminuir la semana laboral a cuatro días, cambio que, naturalmente, debería hacerse lentamente y sin que afecte negativamente a la producción de bienes y servicios. Es probable que los beneficios empresariales se redujeran al principio, lo cual explica la enorme oposición del mundo empresarial a tal medida. En realidad, su última demanda, propuesta por la Comisión Europea, de sensibilidad neoliberal, era aumentar la semana laboral de 48 a 65 horas.



Las rentas del trabajo, sin embargo, subirían, lo cual es un dato positivo desde el punto de vista de la eficiencia económica, pues parte del problema financiero y económico se basa en la excesiva polarización de las rentas, con una enorme exuberancia de los beneficios del capital a costa de la reducción de los beneficios del trabajo (ver mi artículo “Para entender la crisis. Así empezó todo en Estados Unidos”, Le Monde Diplomatique, junio de 2009). Y los datos están ahí para quien quiera verlos. El enorme aumento de la productividad que se ha dado durante el siglo XX en la mayoría de países de la OCDE (el club de países más ricos del mundo) ha beneficiado mucho más a las rentas del capital que a las rentas del trabajo. De ahí la importancia de revertir este hecho por razones de equidad, así como de eficiencia económica.

Vicenç Navarro es catedrático de Políticas de la Universidad Pompeu Fabra y director del Observatorio Social de España



miércoles, 13 de octubre de 2010

SI NO HAY ALTERNATIVAS PARA QUE QUEREMOS UN GOBIERNO

El Roto lo expresa hoy en el diario El Pais como nadie. Parece que la historia ha terminado para muchos gobernantes, si es así y las ideologias no sirven para transformar la realidad. Ahorremonos todo esa parafernalia.

miércoles, 6 de octubre de 2010

Gerencia: Abusos y sobre todo Usos.

Han pasado más de 15 años desde que la ciudadanía decidió pasar por encima del Plan General de Ordenación Urbana, que condenaba la existencia del Antigua Gerencia de AHM a ser una triste urbanización más. Este hecho además de marcar el fin de la “depresión colectiva” que supuso la Reconversión Industrial inicia un autentico revival industrial, que genero la mayor producción de artículos, monografías, audiovisuales, exposiciones fotográficas etc… sobre nuestro pasado industrial.

Han pasado 10 años, desde que el entonces “Muy Honorable” Zaplana anunciase la puesta en marcha de dos grandes proyectos: la Ciudad de las Artes Escénicas en los terrenos de la antigua Gerencia de AHM y la Ciudad de la Luz en Alicante. Lo hacía justo la víspera del inicio de la Campaña Electoral de las Elecciones Generales del año 2000. Por la mañana lo hacía en el Palacio de Congresos de Valencia y por la tarde en el Teatro Romano de Sagunto, junto a Irene Papas. Todos sabemos lo que este anuncio dio de sí: Que en Alicante la Ciudad de la Luz es una realidad o por lo menos se ruedan películas desde el año 2005 (Asterix en los juegos Olímpicos; el camino de los Ingleses; la Mala; El Gran Vázquez; Balada Triste de Trompeta etc.…). Mientras en nuestra ciudad se realizaron representaciones únicas y millonarias (Las Troyanas; Comedias Barbarás), Irene Papas se llevaba crudos 180.000 euros al año por asesorar a la virtual Ciudad de las Artes Escénicas, como directora.

Han pasado 4 años desde que el forense responsable de la educación pública valenciana, anunciase un caluroso 1 de julio en las Antiguas Oficinas de AHM, un nuevo proyecto para la Antigua Gerencia, ahora se llamaría Campus de las Artes Escénicas y estaría en marcha en 2010 (así recogía el diario las Provincias al día siguiente). Ese día no falto de nada: CD Multimedia; Imágenes Corporativas para cada titulación; Simulaciones por ordenador; Presupuestos; Plazos de Ejecución, Compromiso de adquisición de los terrenos por la vía que sea negociación, expropiación etc. En todo ese proceso la Secretaria Autonómica de Cultura, Concha Gómez, tuvo la entretenida misión de dar largas al ayuntamiento (entonces de un color político diferente al suyo) y a la Comisión Ciudadana Para la Defensa de la Gerencia.

Ha pasado 1 año, bueno en realidad un poco más de un año, desde que el Pleno del Ayuntamiento de Sagunto adoptase el acuerdo de aprobación definitiva del Planeamiento del Borde Sur Este Avd. 3 d'Abril, donde se incluye la Antigua Gerencia, fruto del acuerdo entre PP y SP en el consistorio saguntino. Hoy parece que la Gerencia ya es publica ¿Quién lo ha pagado? ¿La Generalitat? ¿Font de Mora & Concha Gómez? Lamentablemente no, lo hemos pagado toda la ciudadanía a través de cesiones urbanísticas a Arcelor-Mittal. Ah! de paso se solucionaron algunos “marrones urbanísticos” de algún que otro empresario habitual en esas lides.

No obstante la intención de este artículo ya no es valorar la falta de ética en la gestión política, tras años de engaños y requiebros de la Generalitat Valenciana, quizás como diría Quevedo: “Nadie ofrece tanto como el que no va a cumplir”. Sino ayudar a resituar la situación actual y evitar que una vez publique la Gerencia pierda gran parte de su potencial dinamizador. Llegado al punto en el que estamos creo sincera y desgraciadamente que la Generalitat no va a cumplir con sus obligaciones, y jamás realizara el Campus de la Artes Escénicas, como mucho Font de Mora vendrá en febrero a presentar el Circus de las 7 pistas o la Ciudad de los Cándidos.

Por lo tanto es necesario que la administración, la ciudadanía, los colectivos cívicos y en definitiva la Ciudad, iniciemos una reflexión en torno a los usos que le vamos a dar a la Gerencia para que realmente podamos sacarle todo el potencial que tiene, de lo contrario terminara siendo un espacio perdido, troceado y cedido al mejor postor. Nuestras fortalezas son evidentes ¿sabremos verlas?