martes, 11 de octubre de 2011

Saquear las cajas: Objetivo cumplido!

El origen español de las Cajas de Ahorro podemos encontrarlo en los Montes de Piedad, organizaciones benéficas inicialmente vinculadas a la iglesia católica y que durante el Siglo XIX fueron también impulsadas desde lo público. Ya en el siglo XIX en España aparecieron gran cantidad de cajas de ahorro vinculadas siempre a un territorio y con el objetivo de ayudar a quienes más lo necesitaban. En Sagunto la Caja de Ahorros y Socorros de Sagunto (la segunda más antigua de España) se fundó en 1841 por el Presbítero de la ciudad don Joaquin Pallarés Igual, con la finalidad de proteger contra la usura a los saguntinos de las clases más necesitadas y promocionar el desarrollo de Sagunto y su comarca. El 25 de marzo de 1993 la Asamblea de Caja Sagunto aprobaba la fusión con Bancaja. Aquellos años, debido a la crisis y al cese de la prohibición de operar fuera de sus respectivos territorios, en todo el estado desaparecieron las pequeñas Cajas de Ahorros. En el País Valenciano ese proceso de fusiones, hizo hegemónicas a la CAM y Bancaja. Podríamos afirmar que las cajas de ahorros son lo poco de banca pública que nos quedaba. En los últimos tiempos los medios de comunicación a través de los habituales tertulianos, nos han ofrecido sus diagnostico al saqueo de las cajas: el problema ha sido que en su gestión intervenían políticos. Que pronto nos olvidamos de Lehman Brothers, Goldman Sachs Credit Suisse y la británica Barclays etc. paradigmas de la pura e impoluta gestión económica y privada de los grandes ejecutivos. La paradoja de las cajas no es que la gestión estuviera bajo la política, sino que eran partidos políticos los que nombraban a sus representantes, curiosamente políticos que no creen en lo público y mucho menos en la banca pública, pero que si se han reservado prestamos a 0 % de interés (si lo han leído bien 0%) o para refinanciar las deudas de sus desmanes presupuestarios (Generalitat valenciana y la CAM). Creo que poco tienen que ver con objetivos fundacionales de las cajas, sufragar el equipo de vela de la CAM donde el príncipe Felipe ha sido patrón (1´5 millones de euros anuales) o la villa de lujo que Caja Madrid tiene en Miami para el disfrute de sus directivos. En resumen, dejamos a las comadrejas cuidando el gallinero y ahora todo el mundo echa la culpa a las gallinas por poner huevos. La triste conclusión es que una vez saneadas con el dinero de todos nos quedamos sin cajas y sobre todo sin obra social y cultural. Como podrán ver seguimos socializando perdidas y privatizando beneficios, alguien bautizo estos tiempos como los del socialismo invertido.

Miguel Angel Martin

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