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Juan Navarro |
No debería
haber paz para los malditos, es lo más light
dentro de lo negro del día que se me ocurre después de vista la actuación de la
Policía Nacional ante los adolescentes del IES Luis Vives de Valencia. Ver las
numerosas imágenes de caras de jovenes sangrientas y empotradas contra paredes
por fornidos antidisturbios en pleno centro de Valencia, abuelas y madres
aterradas porque ha detenido a sus hijos/as o nietos/as menores, no hace más que
encender la llama de la indignación a cualquier persona honrada. Es curioso que
todo esto se haya hecho a las puertas de un centro educativo que lleva el
nombre del máximo exponente valenciano del Humanismo europeo del Renacimiento:
Juan Luis VIVES, mientras se exigen condiciones dignas para la educación pública.
Pero me imagino que esos tipos de azul, mitad robots, mitad hombres (no me
pregunten qué mitad), no deben de tener muy claro quién era Luis Vives o que
“coño” es eso del humanismo, a ellos es posible que en sus clases
preparatorias, (si las tienen) tengan otro tipo de referentes, no sé, quizás
siguen al pie de la letra algún Best
Seller de la CIA o tienen en su programa formativo asignaturas como Historia de la Represión o Técnicas de Aplastamiento Estudiantil,
no sé, hablo desde el desconocimiento, pero me imagino que algo les enseñaran.
También supongo que les hablaran del Estado de Derecho, de los Derechos Humanos
etc… confió que sí. Espero que los hechos del lunes, tengan una contundente
respuesta por parte de las autoridades políticas, que se depuren
responsabilidades, como a ellos les gusta decir y que se destierre de una vez
por siempre del vocabulario de nuestros jefes policiales, la palabra “enemigos”
cuando se refieran a ciudadanos/as ejerciendo sus derechos y más si cabe si son
menores de edad. Oír hablar en esos términos al Jefe Superior de Policía de
Valencia era como ultrajar la memoria del mejor Gila y su teléfono. Si todo esto
no ocurre, la ciudadanía pensara como pensaba Luis Vives que “Desterrada la
justicia que es vínculo de las sociedades humanas, muere también la libertad
que está unida a ella y vive por ella.” Y eso hoy por hoy es muy, pero que muy grave, los contratos están para
cumplirse y más si son sociales.
Miguel Angel Martín