viernes, 19 de febrero de 2010

LA IZQUIERDA EN LA HABITACION DE AMES

Pese a aparentar ser una habitación ordinaria de forma cúbica, se trata de un truco de perspectiva visual ya que en realidad la habitación es trapezoidal: las paredes están inclinadas al igual que el suelo y el techo, y la esquina derecha está más cerca para el observador frontal que la esquina izquierda (o viceversa). El resultado: una ilusión óptica, una persona de pie en una esquina aparenta en la observación ser un gigante, mientras que una persona de pie en la otra esquina parece ser un enano. Esto mismo parece ocurrirle a la izquierda en nuestro país, hay días que se pone en una esquinita y se ve enorme, fuerte y gigantesca. Y otros, la mayoría, se ve pequeñita, casi minúscula, insignificante. La realidad afortunada o desafortunadamente no es ni una ni otra, es diferente. Lo preocupante no es verse grande o pequeño, el problema es verse siempre en la Habitación de Ames y pensar que es real, que es la única habitación posible. La izquierda en nuestro país desde hace demasiado tiempo solo piensa en clave defensiva, se ha conformado escenificando la lucha contra la utopía neoliberal, olvidando construir el discurso de la izquierda a fecha de hoy. La gente no está cansada de las viejas utopías, esta hastiada de los discursos apolillados, y de la incapacidad de mostrar el camino, la estrategia para conseguir otra sociedad. Nos sentimos demasiados cómodos en la oposición, sin salir de las instituciones. La socialdemocracia oficial hace años que renuncio a sus utopías, forma parte de su propia definición, el problema es la autodefinida izquierda alternativa, sobre todo IU, que parece auto engañarse, incluso ha renunciado a su única oportunidad de sobrevivir: la Refundación. Un proyecto que se ha ido apagando a la misma velocidad que se iban llenando los despachos, para terminar convirtiéndose en un acto testimonial al que acudirán los de ahora, con un poco de suerte los que se fueron hace un tiempo y los que aun no se han ido. Y es una lástima porque ahora es más necesario que nunca un proyecto ilusionante que aglutine a las gentes de la izquierda. Y si IU no lo hace con su rica herencia y su tradición, lo harán otros. Mientras la única discusión relevante en el ámbito de la izquierda parece ser la de decidir en qué esquina de la Habitación de Ames nos colocamos: en la que nos vemos grandes o en la que nos vemos pequeñitos. ¿Cuál toca hoy?



Miguel Angel Martín

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