Estamos
a punto de cumplir el primer aniversario del 15 M, que durante la pasada
primavera lleno de esperanza a muchos de nosotros. Desde ese momento, casi
desde el minuto uno, el movimiento ha recibido críticas de diestra y siniestra.
Lo indiscutible es que este ha sido y es una reacción a una situación de
injusticia a la que la política tradicional no ha sabido anteponer los derechos
de sus ciudadanos ante ese ente sin rostro pero con un poder ilimitado al que
todo el mundo llama Mercado. Tal es
su poder que doblega gobiernos, poner primeros ministros sin pasar por las
urnas y decide la sanidad o la educación que deben tener los estados. Como dijo
Montesquieu, ningún poder ilimitado puede ser legítimo. Por lo tanto las reacciones
a este poder son totalmente legítimas, sobre todo cuando los que te gobiernan en
lugar de ponerse a tu lado, lo hacen de los poderosos, de “los mercados”. Como decía,
las críticas al 15 M se han vertido desde puntos de vista antagónicos; la
derecha reaccionaria a esgrimido la legitimidad de las urnas, avalando las
tesis del “cheque en blanco” a los políticos. De hecho Rajoy no ha dejado de
sorprendernos, ha pasado de ser el Mudito
de Blancanieves a Mariano Manostijeras
en cuatro meses. Pero quizás las criticas de mayor calado, han venido del otro
lado, de la izquierda. En este caso se ha utilizado el buenismo para con cierto tono paternalista, decir que está muy bien
pero faltan propuestas o que se terminara por desactivar y que se ha avanzado
muy poco etc…. Es evidente que cada uno ponemos a nuestras esperanzas fecha de
caducidad, pero antes de reciclarlas pensemos que ha supuesto un año de 15 M:
Para empezar se ha educado a un nuevo sujeto político, hasta entonces alejado
de la política y al que se le ha incorporado desde el Comunitarismo Civico; Se
han puesto en la Agenda Política cuestiones como la Dación en Pago de las Hipotecas;
La necesidad de poner la Economía al servicio de la política, no a la inversa; El
fin de los privilegios de los políticos; Una fiscalidad justa y progresiva;
Derecho efectivo a la Vivienda el Trabajo y unos Servicios Públicos de calidad
y en definitiva más Democracia. En estos momentos todos estos temas siguen en
la Agenda Política, negar quien los ha puesto seria como aquella escena de La
Vida de Brian donde el Frente de Liberación de Judea (o quizás era el Frente Judaico
de Liberación) preguntaba a sus seguidores ¿Y a cambio los Romanos que nos han
dado? Y estos respondían: alcantarillado; calzadas; termas; acueductos;
enseñanza, etc… hasta que el ponente cambia de argumentos por lo
contraproducente de su discurso. Pues eso, que los de siempre no te manipulen.
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