sábado, 10 de marzo de 2012
LIBRO RECOMENDADO
EL MONSTRUO AMABLE ¿El mundo se vuelve de derechas? de Raffaele Simone
Puedes estar en desacuerdo en algunas cuestiones con el autor, pero el análisis que hace de la la nueva derecha, es básico para entender lo que nos viene encima.
¿El concepto de izquierda sigue teniendo sentido hoy día? Desde hace tiempo
en Occidente este conjunto de convicciones parece estar empañado y en declive.
Casi ninguna de sus grandes metas históricas ha logrado realizarse y resulta
difícil creer que alguna idea de izquierda vaya a conseguir modelar el futuro
próximo. Europa, y en cierto sentido el mundo, tiende a la derecha.
Todos los esfuerzos de la izquierda para adaptarse a los nuevos tiempos han
sido insuficientes. La derecha, en su forma globalizada y mediática, ha sido la
verdadera sorpresa del panorama político-cultural de principios del siglo XXI:
promete felicidad y bienestar para todos. Está muy al día en cuanto a imagen y
técnicas de propaganda, quiere parecer moderna y vital. Es el Monstruo Amable,
el rostro sonriente de este nuevo despotismo que degradará a los hombres «sin
atormentarlos».
La consolidación de este modelo ha impuesto la noción de que las distinciones
ideológicas ya están superadas, ha descabalado los principios de la izquierda y
ha alejado a una gran masa de sus simpatizantes naturales. La izquierda ya no
encaja con el mundo en que vivimos hoy. Se ha visto obligada a aligerar
drásticamente sus aspiraciones y sus ideales han ido haciéndose cada vez más
genéricos y conciliadores. A sus partidarios les toca ahora una tarea
descomunal: buscar nuevos contenidos a la altura de los tiempos capaces de
llenar de formas modernas el envoltorio ya casi vacío en el que todavía se lee
«izquierda».
viernes, 9 de marzo de 2012
Todo vuelve

Miguel
Angel Martín
martes, 21 de febrero de 2012
Luis Vives
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Juan Navarro |
No debería
haber paz para los malditos, es lo más light
dentro de lo negro del día que se me ocurre después de vista la actuación de la
Policía Nacional ante los adolescentes del IES Luis Vives de Valencia. Ver las
numerosas imágenes de caras de jovenes sangrientas y empotradas contra paredes
por fornidos antidisturbios en pleno centro de Valencia, abuelas y madres
aterradas porque ha detenido a sus hijos/as o nietos/as menores, no hace más que
encender la llama de la indignación a cualquier persona honrada. Es curioso que
todo esto se haya hecho a las puertas de un centro educativo que lleva el
nombre del máximo exponente valenciano del Humanismo europeo del Renacimiento:
Juan Luis VIVES, mientras se exigen condiciones dignas para la educación pública.
Pero me imagino que esos tipos de azul, mitad robots, mitad hombres (no me
pregunten qué mitad), no deben de tener muy claro quién era Luis Vives o que
“coño” es eso del humanismo, a ellos es posible que en sus clases
preparatorias, (si las tienen) tengan otro tipo de referentes, no sé, quizás
siguen al pie de la letra algún Best
Seller de la CIA o tienen en su programa formativo asignaturas como Historia de la Represión o Técnicas de Aplastamiento Estudiantil,
no sé, hablo desde el desconocimiento, pero me imagino que algo les enseñaran.
También supongo que les hablaran del Estado de Derecho, de los Derechos Humanos
etc… confió que sí. Espero que los hechos del lunes, tengan una contundente
respuesta por parte de las autoridades políticas, que se depuren
responsabilidades, como a ellos les gusta decir y que se destierre de una vez
por siempre del vocabulario de nuestros jefes policiales, la palabra “enemigos”
cuando se refieran a ciudadanos/as ejerciendo sus derechos y más si cabe si son
menores de edad. Oír hablar en esos términos al Jefe Superior de Policía de
Valencia era como ultrajar la memoria del mejor Gila y su teléfono. Si todo esto
no ocurre, la ciudadanía pensara como pensaba Luis Vives que “Desterrada la
justicia que es vínculo de las sociedades humanas, muere también la libertad
que está unida a ella y vive por ella.” Y eso hoy por hoy es muy, pero que muy grave, los contratos están para
cumplirse y más si son sociales.
Miguel Angel Martín
miércoles, 15 de febrero de 2012
viernes, 3 de febrero de 2012
De aquellos lodos...
La pasada semana mientras esperaba con mi hija en consultas externas del Hospital de Sagunto (la primera manifestación que me llevaron mis padres fue una reivindicando la MiniFe), combatiendo la espera pude leer un cartel del Hospital dónde se especificaba los costes de atención sanitaria para personas que no estuviesen bajo la cobertura de la Sanidad Pública. Había primeras visitas por unos 60 € y así iba desglosado todas aquellas atenciones medicas que como ciudadanos podemos utilizar. Automáticamente, me acorde que el otro día leyendo la prensa, descubrí que el Gerente de EMARSA, un tal Esteban Cuesta trabaja en el Hospital de Sagunto como enfermero. No pude evitar acordarme de él, de las “traductoras rumanas”, de su sueldo como Gerente de 4.500 € más 1.500 € para gastos, más parece ser que durante un tiempo su sueldo como Alcalde pedáneo de Benimamet (unos 1.033 € trimestrales) según informaba el diario Levante el pasado 28/1/12. Al parecer la empresa también se gasto más de 60.000. € en entradas para la F1 y el Open de Tenis, y hay mucho más que no me cabe en la columna. La deuda que ha dejado EMARSA y que seguramente pagaran los valencianos es de 17 millones de euros. (Casi 3000 millones de pesetas). Me acorde de sus compañeros y compañeras del Hospital que están viendo como se recortan sus sueldos, como se amenaza a la sanidad pública y como se juega con la salud de miles de valencianos. Y tampoco pude evitar acordarme de esa frasecita, que en boca de los que dilapidan recursos públicos, suena profundamente imbécil: “la fiesta se ha terminado”. Para todos estos y en recuerdo de mi admirado Jose Antonio Labordeta: ¡A la Mierda! Pero sin depurar por EMARSA, que sale muy caro.
Miguel Angel Martín
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Publicado en Las Provincias |
jueves, 12 de enero de 2012
miércoles, 11 de enero de 2012
“España, claves de prosperidad”
"Los malvados hacen el mal porque pueden", de esta manera se refiere Sherlock Holmes, el personaje creado por Arthur Conan-Doyle, a la gente que actúa con maldad y a los que permiten con su negligencia o su complacencia que otros actúen maliciosamente. Algo parecido parece haber ocurrido con la economía en los últimos años. La especulación y el descontrol se han hecho dueños de la actividad económica. La economía ya no está al servicio de la ciudadanía, sino que es un fin en sí misma, y lo peor de todo es que no es ajena a la ideología. La vuelta del liberalismo económico más salvaje y la consiguiente ruptura del “contrato social” que ha supuesto el Estado del Bienestar desde el final de la II Guerra Mundial, tiene un fundamento ideológico muy claro: la política económica que ha fracasado ha sido la política económica que defiende la derecha. Desregulación, liberalización, privatización han sido palabras demasiado habituales en los últimos años y que desgraciadamente nos han llevado a la situación actual, que lejos de haber servido para modificar esas condiciones económicas, se está utilizando para aplicar la doctrina Neoliberal más salvaje. No es nuevo, profetas del Neoliberalismo como Milton Friedman, ya lo ensayaron en los 70 con Pinochet. Este, en una corta charla frente al dictador, le dio dos soluciones a la crisis que atravesaba Chile: la primera era una recuperación lenta del paciente, pero advertía Friedman que este de tanto esperar podría morir. Y la segunda era darle al paciente un tratamiento de choque, El tratamiento consistía en reducir el gasto público un 20%, despedir al 30% de los empleados públicos, aumentar el IVA, privatizar empresas estatales y liquidar los sistemas de ahorro. En los 80 el programa de Margaret Teacher, tenía cuatro pilares: Recorte del gasto público, Recorte del tipo fiscal, Reducir la propiedad del gobierno en la industria y reducir la inflación. En 2006, antes de que estallase la crisis, el actual Ministro de Economía, Luis de Guindos, en aquel momento presidente de Lehman Brothers para España y Portugal, defendía la necesidad de llevar a cabo “reformas continuas y graduales del sistema de pensiones”. Como puede aopreciarse la misma letra con diferentes sintonias, pero el texto, el mismo. Es la Doctrina del Shock que tan bien describio Naomi Klein, aprovecha nuestro desconcierto para generar miedo y poder aplicar sus recetas, que no tienen nada que ver con el final de la crisis, sino con volver a un sistema de relaciones sociales parecido al del Siglo XIX. En 2010, Mariano Rajoy en un discurso titulado “España, claves de prosperidad” dijo: "El único fin legítimo de la política económica es el bienestar de la persona y con ella, el del país. El que lo consigue hace la mejor política imaginable. El que no lo consigue es un fracaso, tal vez envuelto en purpurina y buenas palabras, pero un fracaso". Pues eso digo yo.
Miguel Angel Martín
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