jueves, 22 de noviembre de 2007

Votantes de IU y Ballenas, dos especies en vías de extinción.

El pasado día 14 de noviembre IU dio a conocer los resultados de las primarias a los que los aproximadamente 58.423 militantes fueron convocados. La participación se aproximo al 40% y de los 21.909 votos emitidos 13.600 fueron para el candidato Gaspar Llamazares y 8.169 para la candidata Marga Sanz. Hasta aquí, todo dentro de la normalidad, sino fuera por que todo este proceso esconde tras las cortinas una lucha por el poder dentro de la formación de izquierdas, y que para los contendientes, sobre todo para el ganador, a toro pasado, se interpreta esta victoria como algo más que la elección del candidato de IU a la Presidencia del Gobierno.
Para una parte, el PCE fundamentalmente, las primarias eran una manera de asestar a la actual dirección un duro golpe que como medida de fuerzas, anticipase la toma del poder dentro de IU. Se ha acusado a Llamazares de muchas cosas pero fundamentalmente de su entreguismo al PSOE y no respetar la decisión de las bases. Entre los que lideran esta postura se encuentra el Secretario General del PCE Paco Frutos al que todos recordamos firmando con nocturnidad y alevosía una semana antes de las Elecciones Generales del año 2000, un acuerdo con el entonces candidato del PSOE Joaquín Almunia. Por otro lado Gaspar Llamazares, miembro también del PCE, ha comenzado a reinterpretar el resultado de estas primarias, por cierto que los resultados no son para tirar cohetes, 6 de cada 10 militantes no votaron (si este resultado se diera en cualquier elección nos llenaríamos la boca hablando de la crisis del sistema etc.). Llamazares cree que los resultados le legitiman para poner en marcha la renovación de IU, o en sus propias palabras “un autentico Plan Renove de IU”. Y la cuestión que nos importa es saber en que consiste este plan para el actual líder de IU. Si seguimos de cerca su propia expresión, Plan Renove, (sinceramente creo que le ha traicionado el subconsciente) ¿que debemos interpretar? ¿que Llamazares va a cambiar la IU de veinte años, como si se tratara de un viejo frigorífico o lavadora de poca eficiencia energética, por otra izquierda? ¿qué izquierda? Pues el mismo lo revelaba en declaraciones al Periódico de Cataluña su proyecto se basa en sellar pactos con el nacionalismo periférico, es decir con aquellas fuerzas políticas de carácter nacionalista que no consiguen representación parlamentaria en sus circunscripciones pero que agrupan un modesto numero de votos, a diferencia de otras más importantes como pueden ser Esquerra Republicana de Catalunya, BNG etc. Sin pensar que en esta aventura puede perder el apoyo de su propios votantes. Este cambio de estrategia deviene de la incapacidad del propio Llamazares para en esta VIII Legislatura, haber presionado para modificar la Ley Electoral, ya que la actual legislación hace que IU sea la tercera fuerza en numero de votos (1.360.000. votos) y sin embargo la sexta en numero de parlamentarios (5 diputados). En Valencia, el tema se resume en una huida hacia delante que le obliga a pactar la candidatura de Valencia con un grupo desleal, liderado por Pascual Mollá y el Enric Morera que han protagonizado un “golpe de estado” en el seno del grupo parlamentario en las Cortes Valencianas. Saltándose si es necesario las decisiones soberanas de la Asamblea de EU celebrada el pasado día 17. Mal asunto que con toda seguridad traerá malas consecuencias para el conjunto de la izquierda valenciana y del estado español. Llamazares esta apunto de meter a IU en un contenedor camino del ecoparc, sin tener claro cual es el camino o mejor dicho comenzando la casa por el tejado.
Somos muchos los que pensamos que IU-EU debería de haber realizado hace algunos años, un profundo esfuerzo colectivo de refundación desde la base, y si no se ha hecho no es solo por culpa de Llamazares, así que ahora cada palo que aguante su vela. En el año 2001, en plena crisis económica Argentina, propiciada por el populismo neoliberal de Carlos Menen e inspirada por los teóricos del FMI y el BM, las calles de Buenos Aires amanecieron con una pintada en una pared que decía “Salvemos a los argentinos. Firmado: Las Ballenas”. La fina ironía bonaerense de entonces, hoy podría aplicarse a lo que esta ocurriendo en Izquierda Unida solo que a IU ¿quién quiere salvarla? De momento parece que unicamente los votantes. Miguel Ángel Martín