viernes, 25 de julio de 2008

Pongamos que hablo de... ¿la Montaña de Romeu?

Imagínense , solo por un instante, que son uno de esos afortunados propietarios de un coqueto y modesto pisito, en una de esas promociones con amplias zonas comunes. Sigamos imaginando que una de esas zonas comunes es un bonito y agradable jardincito de, digamos unos treinta metros cuadrados, donde todos los/as vecinos/as disfrutan de agradables tardes, que humedece y templa con sus sombras las cálidas tardes mediterráneas, y que en definitiva es uno de los principales atractivos que a usted y su familia le hacen sentirse parte de esa “ .... su comunidad”. Sigamos suponiendo que uno de sus vecinos, un ceramista del entresuelo 1º dcha., lleva años vaciando un metro cuadrado de ese jardín debido a la calidad de la tierra para sus fines comerciales. Este vecino en su taller dispone de un potente horno, donde de vez en cuando y con autorización administrativa ha utilizado como combustible harinas en mal estado y neumáticos. En alguna ocasión y debido a problemas en el taller ha llenado los pisos contiguos de polvo, con las consiguientes molestias. En la actualidad, este vecino quiere que toda la comunidad le deje ampliar su excavación a veinte de los treinta metros cuadrados de que dispone el jardín. El resto de vecinos esta perplejo y muchos han mostrado su desacuerdo, ante lo que el ceramista ha amenazado con abandonar la comunidad y marcharse a otro sitio. El Presidente, la Secretaria de la Comunidad y el representante de los comerciantes del entresuelo, regente de una Agencia de Talentos, están por la labor, argumentando que todo esto son beneficios para la comunidad y puestos de trabajo. Para los/as vecinos/as de esta comunidad perder su jardín supone renunciar a su pequeño pulmón verde y lo que no terminan de entender por que se tiene que destruir cuando es un patrimonio natural de todos y todas del que se quiere aprovechar una actividad económica. Con este episodio piloto, podría comenzar la trama de una tragicomedia televisiva al uso, el traslado de esta parodia a la realidad de nuestra ciudad, y en concreto a la Montaña de Romeu, tiene desgraciadamente mucho de trágico y nada de comedia. Paradójica esta ciudad que hace unos días con bombo y platillo homenajeaba en la calle al héroe de la independencia José Romeu mientras en los despachos se finiquitaba el futuro de la Montaña que lleva su nombre. O los/as ciudadanos/as paramos estas barbaridades o quizás seria bueno adoptar como lema de la ciudad (de los dos núcleos) aquel grito del pueblo español con el que recibió al absolutista Fernando VII, “Vivan las cadenas”. Miguel Ángel Martín

2 comentarios:

Morico dijo...

Siguiendo con la historia del ceramista…
Si resulta que además este ceramista no ha posibilitado ningún tipo de canal de dialogo con los vecinos durante los últimos cuarenta años de convivencia y nunca ha permitido que los vecinos conocieran la situación del proceso de restauración del tremendo agujero, porqué seguramente no ha plantado ni una mata de romero.

Es normal que los vecinos luchen por una vida mejor, porque aun en el caso de otorgarle los dos tercios del jardín, si el ceramista algún día entiende que no es rentable lo que está haciendo se llevará su taller y su horno a la China, si es preciso.

Seguro que en esa comunidad, están hartos de malos vecinos.

Anónimo dijo...

Imaginemos un hombre que no tiene ni idea de lo que escribe, informaté y luego opina (harinas cárnicas en mal estado neumáticos...)si supieras el daño que haces con éstos comentarios a un buen puñado de trabajadores... en fin, yo trabajo en Ferroland y veo los controles que les hacemos a las harinas cárnicas, a cada camión. A los neumáticos (triturados) sí,esos neumáticos abandonados que de vez en cuando, amontonados arden en algun solar, contaminando, contaminando como no contaminan en una combustión controlada (veo todos los días los analizadoresde las chimeneas).
En fin escribo y seguramente ésto no lo lea nadie, pero puestos a imaginar imaginemos un mundo en el cual cada vez que cambiemos las ruedas al coche nos llevemos las usadas a casa, si compramos un pollo o un filete, nos llevaremos la parte que nos corresponda de la cabeza los cuernos... un mundo con las casas de madera no, que lío de madera no que talamos arboles...¿de la montaña Romeu? si está pelada si nadie se ha preocupado nunca de ella. En fin imaginemos un pueblo como tú lo quieres solo con funcionarios como tú y con camareros
Y ahhora me llamas fascista.
Alguien de izquierdas