martes, 21 de junio de 2011

La casa de la radio


“Radio Unidad, la radio Libre de Puerto de Sagunto, emitiendo desde Villa Marivi s/n el 103.3 de tu dial”, así comunicábamos a mediados de los ochenta la posición de la radio en la que muchos que estábamos en el Instituto comenzamos a hacer radio. Pocos años antes Radio Unidad, se había creado por suscripción popular y el trabajo de muchas personas anónimas, era la voz de la lucha contra la reconversión industrial. En estos últimos años la gente del instituto, que no éramos pocos, copábamos las tardes/noches de programación junto a “mayores” como Ximo Gines con su programa de cine o Antonio Morcillo y Ana Mellado que si la memoria no me falla hacían una especie de informativo. Nosotros estábamos en otra cosa, nos habíamos dejado algún curso o algunas asignaturas PCA (Pendiente Curso Anterior) en los años de las movilizaciones, y ahora teníamos otras prioridades, queríamos comunicar, hacer cosas, “ser modernos”, y allí estaba nuestra Radio Unidad, dispuesta a soportar todos nuestros experimentos radiofónicos, todos queríamos ser Radio 3. Lo demostrábamos en los nombres de los programas: Habitación 101; La Era del vacío; Zapatos de Gamuza azul; La Costa Este; La Bufa la Gamba; No sueñes conmigo lo nuestro es imposible; Tú, Tú Madre y Nosotros Dos; etc… Lo cierto es que Radio Unidad, nos unió a mucha gente, allí coincidí con muchos de los que más tarde serian grandes amigos: Carlos Javier Lopez; Rambla; Metra; Juan Jo Morcillo; Jose Vi Jimenez; Jose Morcillo y muchos más que ahora no recuerdo. Éramos una radio libre, no “pirata” que era como nos querían presentar las autoridades, cualquier día podían venir a cerrarnos, por eso decir que emitíamos desde Villa Marivi s/n era decirles a los que nos escuchaban que no teníamos miedo. Algo que desgraciadamente hay que volver a reivindicar hoy: que no tenemos miedo y que necesitamos Unidad. Un fuerte abrazo para todos/as los que a pesar de las escavadoras, siguen emitiendo desde Villa Marivi s/n.
Miguel Angel Martín

1 comentario:

Anónimo dijo...

Nos hacemos mayores, Miguel. Pero... ¡Qué tiempos aquellos! Claro que, por otro lado, ¡qué tiempos estos!