viernes, 19 de junio de 2015

No, no se puede pasar así la vida...

Fachada del IB Camp de Morvedre
“No, no se puede pasar así la vida, sin poder vivir, sin poder hacer vivir, y morir inútilmente, no habiendo sido ni hecho nada”; casi cada día, apostados en la puerta del bar del viejo Instituto de Bachillerato Camp de de Morvedre, podíamos leer esta cita de Samuel Beckett en uno de los murales que adornaban la fachada del salón de actos. La recuerdo como si la hubiese leído ayer por primera vez. Aunque pueda parecer intrascendente, creo que es una frase que da mucho que pensar cuando eres un adolescente y la vida se te abre por delante. Y casi sin querer, contiene unos principios vinculados al bienestar y al bien común, así como a la utilidad de la vida, entendida como la mejora de esta sociedad. Ese mensaje, que los jóvenes de aquella época, y seguramente los de ahora, captamos de manera inmediata, parece ser, que no calo lo suficiente en algunos de los cientos de alumnos/as que pasaron por este centro, ni siquiera en algunas organizaciones que en teoría pretenden guiar y mejorar nuestro futuro. 

Es una pena confundir tu “misión” como herramienta de cambio con una forma de vida; que al final sea más importante mantenerse limpio e inmaculado fuera de la toma de decisiones, que mejorar las situaciones complicadas del día a día por las que atraviesen nuestros vecinos y vecinas. La gente, que afortunadamente cada día esta más al corriente de la política, no entiende que espera una organización cuando se presenta a las elecciones ¿ganar por mayoría absoluta? ¿estar en la oposición? Quizás fuese interesante dar esa información antes de la cita electoral. Tampoco se entiende que para argumentar posiciones inmovilistas, haya que recurrir a la mentira y a hacer revisiones del pasado al más puro estilo de la “Gran Purga”, deformando la realidad a conveniencia y manteniendo ese principio básico del “enemigo interior”, tan útil para justificar incompetencias.


En fin, para los que no jugamos esas ligas, resultan patéticas e inútiles esas posturas, los tiempos que vienen son ya de por si complicados para enredos de “bunker”. Que conste que no me dan ninguna pena los aprendices de apparátchik, van a ser barridos por la ola que se avecina, aunque busquen salidas de urgencia para seguir justificando su presencia. Lo siento por toda esa gente humilde y trabajadora que por culpa de la inoperancia de estas “dinastías” o “elites”, van a perder un referente fundamental en la vida política de este país.

No, no se puede pasar así la vida… pero desgraciadamente pasa.


Buena suerte. (En coreano 행운을 빌어요)

Miguel Angel Martín

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