miércoles, 26 de septiembre de 2007

TURISMO t.d.i

El patrimonio histórico e industrial sigue siendo para esta ciudad, esa asignatura que convocatoria tras convocatoria se nos sigue atragantando. Y no será por que el ayuntamiento no haya hecho esfuerzos, quizás ha sido la única institución que los ha hecho, o al menos esta ha sido la tradición en los últimos años. Recientemente conocíamos el cambio de objetivos del Plan de Dinamización Turística que contrariamente a lo previsto en la pasada legislatura, actuar en el museo industrial con una inversión de 600.000. euros más la dedicación de la escuela taller, se descarta esta opción y se apuesta por el Horno Alto. Hito que lleva camino de convertirse en nuestra particular “Sagrada Familia” y donde ya se han gastado más de doscientos millones de pesetas. El cambio se decide entre la Concejala del ramo y los empresarios turísticos, o sea que al final nuestro patrimonio esta al mismo nivel que las patatas bravas y los boquerones en vinagre, no creo que renunciar a iniciar un museo único en el arco mediterráneo por hacer visitable o visible un monumento que se va a ver sobre todo al pasar en coche, sea lo mejor para poner en valor nuestro pasado industrial, a no ser que lo que busquemos sea realmente al visitante tipificado como TURISTA DIESEL, es decir que anda mucho y gasta poco. No aprendemos. Miguel Ángel Martín

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