… a estas alturas de la fiesta,
me imagino que ya seréis conscientes de vuestra importancia en este tinglado
que unos llaman Crisis, y otros preferimos
llamar Saqueo. Sobra que os diga, que
históricamente habéis sido los corresponsables de hechos nada o poco
encomiables, que con el tiempo han sido sancionados y reprobados por el mundo
civilizado. La indiferencia va más allá de la izquierda y la derecha, es aliada
y beneficia al poder. La indiferencia se ha dado en todos los países y clases
sociales, solo que la peor de todas es la indiferencia de la clase trabajadora.
Sin vosotros, queridos indiferentes asalariados, es prácticamente imposible que
aguanten en el poder los autoritarios o que los usureros o criminales salgan
triunfantes. Vuestros silencios y ausencias son el aliento de la injusticia y
la desigualdad. La gente corriente, piensa que ser indiferente es fácil, todo
lo contrario, supone hacer grandes renuncias que implican a los que más
queremos: a la dignidad del trabajo; a la educación pública y universal para
todos; a una sanidad pública que no sabe de pólizas, sino de prevenir y curar
cuando toca; a unos servicios sociales que cuidan de nosotros o de los nuestros
cuando lo requerimos. En definitiva es renunciar a un futuro mejor, a vivir, a
una ciudadanía plena.
El próximo 14 N estamos todos y
todas convocados a luchar contra la injusticia, es un día perfecto para que lo aprovechéis
combatiendo la indiferencia que os acecha. No va a ser fácil, son demasiadas
las armas del poder, pero puede haber muchas maneras de acción ese día que
esquiven sus garras. Lo importante es vuestra participación y debéis saber que participar
nos hace tomar partido, posicionarnos y actuar. No hay mejor cura contra la
indiferencia y de paso contra la injusticia. Queridos indiferentes…, animaros, como
dijo Antonio Gramsci vivir es tomar partido.
El próximo miércoles tomar partido es parar este país, antes de que lo
descarrilen.
1 comentario:
Espero que hayan muchos que lo lean y dejen de ser indiferentes,tanto para un lado como para el otro. No te fies jamás de un indiferente.
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